Esas ganas de huir, de esconderte de todo y de todos y darte cuenta que no tienes adonde ir y te das vuelta sobre tus talones y continúas… como si nada, como si por dentro no estuviera a punto de explotarte el corazón y salirse por los ojos y por los oídos, inundándolo todo…. mientras, la boca calla y ahí, en el lugar del alma, duele como la mierda.
0
