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reflexiones

DIFÍCIL CAMINAR

Se hace difícil, a veces, mantenerse fuerte y continuar. El cansancio se toma todos los músculos del cuerpo y te impide avanzar. Los latidos del corazón suben hasta la garganta y se quedan latiendo ahi. Los párpados pesan, la lengua se traba y los pensamientos huyen, perdiéndose entre las grandes columnas que construyen los miedos, los mismos que sólo yo levanté

UNA HOJA DE LECHUGA ASESINA

Iba yo caminando tranquilamente. Manos en los bolsillos, moviendo las caderas, así como que no quiere la cosa y pensando en nada. De pronto, semáforo en rojo.. mmm tendré que esperar, pero oh milagro, se podía cruzar, no pasaban autitos ni micritos. Dignamente puse una patita en el duro asfalto y luego la otra, cuando de pronto… ¡¡¡UNA VIL HOJA DE LECHUGA SE CONVIERTE EN MI ASESINA!!!!, y mis piernotas

UNA MAÑANA A OSCURAS

Siguiendo con mi estilo fiel.. o sea optimista a morir.. Hoy será como el tema de la cancioncilla… Como dicen que nada es casualidad, el temita estaba en mi spotify ¡sin haberlo yo invocado!… Despertar y cachar que la cabra chica ta mala de la guatita. Aprovechar la levantá temprano pa meterme a la ducha antes que me de la lata y me vuelva a meter a mi camita. Mmmmmm….ducha

ESPERANDO NADA

Necesito la lluvia, el frío; el viento susurrando en mis oídos. Necesito abrazarme y temblar. Cerrar los ojos y volar. Necesito la sal rodando por mis mejillas; el sabor amargo y pesado ahogado en mi garganta. Necesito el olor a tierra húmeda; el recuerdo de la paz y de la fruta en la rama. Y con el alma apretada, abrir las pupilas doradas con esa esperanza triste que convive con

OTOÑO SIN TREGUA

Otoño en el aire y en los sentimientos Otoño en los ojos de un cuerpo cansado Huellas de ayeres fugaces  De besos robados a una boca antigua sedienta de caricias que nunca llegarán Otoño sin treguas, sin principio y sin final… Recuerdos que van sin regresar,  llevándose los hechos y dejándonos prisioneros de ese tiempo acabado en un ayer lejano.  

AHORA VUELO

Despliego mis alas al viento, esperando aquella leve brisa que emana de su boca para así, al fin poder volar sobre las olas y bajo el sol. Pero algo y nada sucede. Cierro mis ojos y continúo esperando elevar aún más mis pies en el aire… Nada. No quiero voltearme y ver que ya no estás, que te has cansado de empujar. Que el  impulso que daba vida a ésta